Hoy el silencio se ha vuelto nuestro mejor aliado.
OjalĆ” pudiera decir que es el tipo de silencio que alguna vez compartimos,
derivado de leer libros juntos,
de tener un lenguaje Ćŗnico,Ā
secretoĀ
y casi telepƔtico,
que solo nosotros comprendĆamos.
.
Sin embargo, ahora se trata de un silencio
que presiona el pecho,
que pone las manos nerviosas
y nos respira las nucas de forma agresiva
mientras caminamos cerca.
.
Un silencio incómodo,
convertido en abismo.
Dispuesto a separarnos.
Abismo transformado en hoyo negro,
que se ha tragado todo lo que alguna vez fuimos
y ahora solo nos recuerda que somos un recuerdo vacĆo.
Pero los recuerdos no son suficientes
para mantener algo con vida.
Ellos tambiƩn se marchitan,
y se desintegran entre mƔs tiempo pasa.
Y menos podemos mirarnos a los ojos.
.
Es como si con el tiempo,
cada uno hubiera empezado a hablar otro idioma.
ĀæAcaso compartir historia, sangre o amorĀ
no es suficiente para entendernos⦠al menos un poco?
.
Desgraciadamente, este silencio denso y pesado,
no es posible dejarlo pasar desapercibido,
por mƔs que nos esforcemos.
Como sĆ podemos hacerlo con todos los monstruos
con los que cargamos.
Aquellos por los que te dejaste consumir.
Y nunca logrĆ© comprenderā¦
¿Qué les debes?
ĀæQuĆ© crĆmenes cometiste que te tienen tan atrapadoĀ en esta sentencia de muerte?
.
Y, sin embargo,
aunque el idioma se nos olvide,
aunque me mudara de planeta,
jamĆ”s podrĆa olvidar lo que creaste en mĆ.Ā
De tus luces y oscuridades,
de tus montaƱas y cuevas.
.
Por lo que te llevo impreso
en esta huella invisible.Ā
Una mancha de tinta
que estropea el papel.
ExpandiƩndose,
como una equivocación.Ā
Que se convierte en invocación.Ā
Una mancha que gotea,
gotea
y gotea,
tratando de dejarte rastro
para que algĆŗn dĆa vuelvas a mĆ.
.
Sin embargo, creo que esa mancha, en realidad,
estĆ” destinada a ser solo marca
de que alguna vez te pertenecĆ.
Como un animal extraviado,
al que solo le queda su placa en el collar colgandoā¦
Una placa inĆŗtil cuando se estĆ” varado en el desierto.Ā
Una placa inútil cuando su dueño ya le ha olvidado.
Una placa inútil cuando el otro no piensa volver mÔs.
.
Y aĆŗn asĆ, esta huella me recuerda,Ā
que alguna vez fue puerta hacia lo sagrado.
A travƩs de la cual me dejaste asomarme a tu forma de ver el mundo.
A ese mundo que me hizo amarte,
y le dio cimientos al mĆo.Ā
Del que derivaron las pequeƱas cosas que compartĆamos,
pero que ahora son sólo eco.
Eco de que pueden existir dos personas
con los mismos gustos y anhelos,
y aun asĆ no entenderse.
No saber cómo llamarse mÔs que por su nombre.
Un nombre que suena igual,
pero ya no significa lo mismo.
.
Esa huella ahora me recuerda cada dĆa,
que no por haber haberle pertenecido a alguien
y esa persona a ti,
significa que siempre podrƔn compartir el mismo planeta.
.
Porque, aunque alguna vez te llamƩ hogar,
ahora tu nombre al deletrearlo,
se asimila mƔs a la palabra ausencia.
.
Y aunque alguna vez tuvimos nuestro jardĆn secreto
y compartimos la misma luna,
hoy yacemos en diferentes galaxias.
.
Y espero que algĆŗn dĆa,
una constelación nos una de alguna forma.
Tal vez antigua,
o totalmente nueva.
Aunque sea por una milƩsima de segundo,
y nos recuerde por quƩ alguna vez nos elegimos.
Como casa.
Como espejo.
Como parte de un mismo cielo.
Que difĆcil dejar de habitar el mismo mundo sin las mismas personas. Que complejo dejar de hablar idiomas porque ya no tienes con quien compartirlos. Que doloroso que el amor ya no tenga donde habitar. Que extraƱo es ya no buscar que el otro vuelva⦠sino simplemente quererle hacer saber de alguna forma que fue parte importante de tu universo.
Gracias escritura por ayudarme a ponerle nombre a lo pesa. Por ayudarme liberar lo que asfixia. Por permitirme sentir segura y a salvo observando lo que evadĆa. Gracias por ser oxĆgeno cuando el ambiente ahoga.
Y tú, con quién has dejado de habitar el mismo universo, cuÔn que estén bajo la misma luna?
Te leo de regreso siempre š„¹š¤
Gracias por estar aquĆ. Una y otra vez.
Kš¹